Haber tenido experiencias anteriores en donde te das cuenta de que la gestión del dinero era cuanto menos mala, poco rentable, perdiste parte de tu dinero, no ganaste lo que tenías previsto, trabajaste como un burro para ganar muy poco dinero o incluso tus socios o compañeros se aprovecharon de ti, son lo mejor que te puede haber ocurrido.
De repente un día te levantas y te das cuenta de que todo eso no es real, lo real de esas experiencias era cómo tú estabas gestionando emocionalmente la vivencia de esos hechos.
¿Qué creencias de fondo estaban rigiendo esa parte de tu vida? Quizá de repente pensabas en el fondo de tu corazón que ese negocio no iría bien, que no podías confiar nada más que en ti mismo, o que el dinero que estabas ganando sentías que no era adecuado para ti. Puede que pensaras que, si no trabajabas muy duro, no tenías derecho a ganar dinero, o que el dinero que estabas ganando no era de la forma más adecuada y honrosa para ti, lo cual no significa que fuera deshonesto.
Te diré más para completar lo anterior:
- Cuando paseas por lugares donde frecuentan las personas con dinero, ¿los disfrutas como uno más o los ves como un espectador ya que realmente ese espacio está preparado para los ricos y tú eres un mero eventual que va de vez en cuando?
- ¿Te pasa por la mente, cuando te vas, que no puedes estar integrado en ese entorno?
Vives cerca, puedes verlos y puedes tocarlos, pero sigues estando fuera, sigues sintiendo que no eres parte de ese entorno.
¿Qué crees que te hace falta para estar ahí dentro?